El pretexto (¿Bailamos?)
El calor se sentía en su apogeo, la música a todo lo que daba y las botellas ya en su mayoría vacías igual que la cordura y el pudor. El baile era el pretexto perfecto para frotar nuestros cuerpos, haciendo aun más cálido en momento, entre vueltas y movimientos lentos de vez en cuando también rosaban nuestros labios, me dejabas acariciar tu cuello disfrutando tu perfume dulce que combinaba bien con un leve aroma a cigarro. Y yo que ni siquiera conocía tu nombre y ya quería consignar tu cintura. Fue solo una mirada y una sonrisa que te invito a la pista, ni si quiera lo dudaste, te levantaste y tomaste mi mano, y toda la noche es nuestra, no se si te presentaste sola, para mi no había nadie mas ahí que tu, tratando de seguir el movimiento de tus caderas y adhiriéndome a tu piel suave esperando el momento perfecto para decirte: “Vámonos de aquí”